Compartimos la visión de que la educación es la suma de todo lo que una persona aprende y le apoya para vivir una vida satisfactoria y significativa. Y como cada persona tiene su propio ¨viaje de vida¨, lo que podemos entender como ¨vida satisfactoria y significativa¨ se torna en una experiencia única y genuina. Por eso, cuando el aprendizaje está basado en nuestras propias elecciones en experiencias y actividades, más allá de si las propuestas las consideramos más o menos formales, la experiencia personal se vuelve legítima y rica. En todo esto se basa la educación autodirigida.

Además, nos inspiramos en otras corrientes como escuelas libres, Sudbury, Summerhill, Rebeca Wild o John Holt, que acompañan los ritmos esenciales de la infancia (sueño, comida, afecto, seguridad, movimiento, elección libre y juego). O como nuestra querida Escuela Libre Wayra en Salamanca.

Y cuando trabajamos desde la prevención estamos contribuyendo a un desarrollo neurológico, emocional y personal más saludable en cada persona. Esto, creemos firmemente que, tendrá un impacto positivo en nuestro entorno más cercano y dejará una huella más saludable a muchos niveles en nuestra sociedad.